Cadenas invisibles
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (35,1-6a.10):
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,2-11):
"Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; pues cuantos en Cristo fuisteis bautizados os habéis revestido de Cristo. No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús." Gál 3, 26-28
Primera lectura
2. Luego, los franceses nos copiaron el invento. El Concilio de Macon, en el año 581, aplicó las normas litúrgicas de Cuaresma al periodo entre el 11 de noviembre y Navidad (unos cuarenta días, como la Cuaresma). San Cesareo de Arles, medio siglo antes, había pronunciado las primeras homilías de Adviento que se han conservado.
3. Los alemanes, lo único que han inventado es la corona de adviento: Una corona con cuatro velas, que se van encendiendo, una a una, los cuatro domingos de Adviento. Bueno, y las chocolatinas del calendario de Adviento, que tampoco están mal.
4. El tercer domingo de Adviento, el sacerdote se viste de rosa. No, no es un signo del fin de los tiempos ni una apostasía clerical ante el lobby GLTBXYZ. De hecho, quizá sería más apropiado decir color salmón. O naranja-rosáceo.
La razón es que ese domingo es el domingo Gaudete (en latín, “alegraos”). Sin ser aún un domingo navideño, ya está avisando de que está cercana la Navidad, para que los cristianos nos alegremos. Si el sacerdote no utiliza la casulla anaranjada para el domingo Gaudete, quizá sea porque la parroquia no tiene casulla de ese color. Podría ser una buena idea regalar una a la parroquia. Si se pone en la iglesia una corona de adviento, la vela correspondiente a este domingo suele ser rosada también.
5. En la fiesta de la Inmaculada, que siempre cae en Adviento, se usa casulla azul. Y eso también es invento español. El azul no es un color propiamente litúrgico y sólo puede usarse en esa fiesta y en los países del antiguo Imperio Español (Hispanoamérica, Filipinas, partes de Estados Unidos, etc.), como reconocimiento por parte de la Santa Sede del hecho de que España defendió siempre esta doctrina, aun antes de que fuera proclamada como dogma.
6. El verdadero tiempo dedicado a la Virgen en la Iglesia es el Adviento y no el mes de mayo. La devoción del mes de mayo es algo estupendo, por supuesto, pero litúrgicamente el Adviento es el tiempo de la Virgen, porque es el tiempo de la espera del Mesías, junto con Nuestra Señora, que le esperaba con la fe y también físicamente, al estar embarazada. La advocación propia de este tiempo es la “Virgen de la O”, que hace referencia a una serie de antífonas de la liturgia de Adviento, que empiezan por O (Oh Enmanuel…., Oh Llave de David…, etc.).
7. Un santo para encomendarse a él durante el Adviento: San Juan Bautista. Su misión fue, precisamente, preparar el camino al Señor y anunciar su venida. Es el santo por excelencia del Adviento. Lecturas para el Adviento: los profetas, sobre todo Isaías.
8. Aunque parezca mentira, el Adviento no es Navidad. Sí, ya sé que, en nuestras ciudades, las luces de Navidad están puestas desde mediados de noviembre, los villancicos suenan en todas las tiendas y las películas de la televisión tratan sobre “salvar la Navidad”. Pero eso se debe a que el mundo, en realidad, no va a celebrar nada en Navidad, así que no necesita prepararse para ello. En cambio, nosotros tenemos que prepararnos para celebrar un hecho que cambió el mundo y nuestras propias vidas: la Encarnación y el Nacimiento del Hijo de Dios. La Navidad es una pascua, un paso del Señor, y tenemos que preparar el corazón para que no pase de largo por nuestra vida. Por eso, la invitación fundamental del Adviento es a estar en vela, a orar, a despertar del sueño de la muerte y avivar el deseo de recibir a Cristo.
Para los que somos muy torpes, la Iglesia nos lo enseña gráficamente, con la liturgia. Durante todo el Adviento, las vestiduras litúrgicas son moradas y se omite el Gloria en la Misa del domingo, de modo que habría que ser ciego y sordo para no darse cuenta (o no ir a Misa, que es algo más habitual, por desgracia).
9. El Adviento tiene dos partes, porque es una preparación para dos venidas. Sí, dos venidas. La primera parte del Adviento, hasta el día 16 de diciembre, prepara para la Segunda Venida de Cristo, para la Parusía del fin de los tiempos. Y las lecturas en la Misa, si se fijan, se centran en el fin del mundo. En la segunda parte del Adviento, entre el 17 y el 24 de diciembre (los días que “inventó” el Concilio de Zaragoza), las lecturas y la liturgia se refieren ya explícitamente a la preparación de la Navidad.
10. La última palabra, se la dejamos a Dios: “Ahora es tiempo de gracia, ahora es tiempo de salvación“. Así que ya lo saben. A convertirse. O, mejor aún, a dejarse convertir por Dios.
P.D.: para mañana feliz día de San Nicolas para todos. Que este gran santo interceda por nosotros.
“Convertíos, porque está cerca el Reino de los cielos”
La primera lectura, de Isaías, es uno de los preciosos textos de Isaías, y de los profetas bíblicos en general, que nos «describen» la utopía bíblica. Por definición, la u-topía «no tiene lugar», no se la puede encontrar, todavía no se ha concretado en ningún sitio, no existe y en ese sentido tampoco se puede describir cómo es. Pero si hablamos de la utopía -y si incluso soñamos con ella- es porque sí tiene alguna forma de existencia. No existe concretamente «todavía». Como decía Ernst Bloch, no sólo existe lo que es, sino lo que no-es-todavía (el “noch nicht Sein”). No es, pero puede ser, quiere ser, y como podemos comprobar de tantas maneras, lucha por llegar a ser.
El pensamiento utópico, es un componente esencial del judeocristianismo. No lo es de otras religiones, incluidas las grandes religiones. No hay sólo un tipo de religiosidad. Podemos encontrar varias corrientes en las religiones (neolíticas, de los últimos cinco mil años). Unas experimentan lo sagrado sobre todo en la conciencia (el pensamiento silencioso, la experiencia de la iluminación, de la no dualidad), otras lo experimentan en la naturaleza, en la experiencia cósmica. Las religiones abrahámicas, (cristianismo, judaísmo, islamismo) por su parte, experimentan lo sagrado en la historia, a través de la llamada de una Utopía de Amor-Justicia.
P. Oscar Gil,c.s.
Lectura del libro de Isaías 11: 1-10
Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor. No juzgará por apariencias ni sentenciará sólo de oídas; juzgará a los pobres con justicia, con rectitud a los desamparados. Herirá al violento con la vara de su boca, y al malvado con el aliento de sus labios. La justicia será cinturón de sus lomos, y la lealtad, cinturón de sus caderas. Habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos: un muchacho pequeño los pastorea. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león comerá paja con el buey. El niño jugará en la hura del áspid, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No harán daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país de ciencia del Señor, como las aguas colman el mar. Aquel día, la raíz de Jesé se erguirá como enseña de los pueblos: la buscarán los gentiles, y será gloriosa su morada.
EVANGELIO
Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: -«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.» Éste es el que anunció el profeta Isaías, diciendo: «Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos." Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus pecados; y él los bautizaba en el Jordán. Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo: -« ¡Camada de víboras!, ¿quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente? Dad el fruto que pide la conversión. Y no os hagáis ilusiones, pensando: "Abraham es nuestro padre", pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abraham de estas piedras. Ya toca el hacha la base de los árboles, y el árbol que no da buen fruto será talado y echado al fuego. Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga.»
CUENTO DE NAVIDAD
¡Algunos dicen que han visto a Dios andando por las calles... ¡Sí..., ayer..., a Jesús..., a Dios! Yo, al principio, pensé que era una broma..., pero no..., dicen que le han visto..., y tenía unos ojos grandes..., inmensos como el cielo..., que parecían buscar..., que buscaban inquietos "no se qué"...Dicen que le han visto buscar entre la gente que entraba y salía de los grandes almacenes o a las puertas de los cines y en los kioscos de periódicos o en los puestos de la Plaza Mayor...Y no decía nada..., sólo miraba...Algunos cuentan que a la puerta de la Iglesia miraba fijamente a los ojos de todos los que entraban... Otros dicen que, ya tarde, le vieron cansado, sentado en un banco del parque... Y hacía frío... Había sol, pero hacía frío...Mucha gente pasaba..., pero algunos se paraban un momento y, sin mirar mucho..., como con vergüenza..., le dejaban unas monedas a sus pies... Y lo curioso es que El no las quería... El no pedía nada... Y la gente se quedaba perpleja e insistía y se iban murmurando entre ellos...Dicen que "te miraba de una manera difícil de olvidar"..., "como nadie"..., "una mirada que se te colaba por los ojos y te llegaba hasta el corazón"...Y..., poco a poco..., fue llegando más gente..., y le traían más cosas... Un abrigo en buen uso..., unos guantes casi nuevos... "¿Quieres alguna cosa?"..., decían..., "¿un poquito de turrón? ¿Te gusta el turrón?" Y El les miraba con sus ojos inmensos como el cielo..."¡Niño..., vete a ver la tele! ¡Habría que hacer lumbre! ¿A alguno de ustedes no les sobra algún colchón? ¡No va a dormir en el suelo el pobrecito, con el frío que hace!... ¡Mujer, llévate a los niños de aquí!... Pero..., ¿qué es lo que quieres? ¡Dinos algo!... ¿Necesitas dinero? ¡¡Deberíamos llevarle a la Parroquia que es su sitio!! ¿Quieres que te llevemos a la Iglesia?" Algunos dicen que le vieron llorar..., o quizá le lloraban los ojos por el frío... Yo, al principio, pensé que era una broma..., pero no..., dicen que han visto llorar a Dios por nuestras calles...Y la gente se fue muy preocupada..., cada uno a su casa... Y, poco a poco..., se fueron apagando las luces de nuestra gran ciudad...
Dicen que, por la noche, Jesús seguía buscando...
Y que sigue buscando cada día...
Joseph O.S.A.