domingo, 11 de octubre de 2015

Puntualizaciones sobre lo que es un sínodo de la Iglesia

Con el comienzo de la segunda parte del sínodo convocado por el papa Francisco sobre el asunto de la familia; de forma general, dentro de la Iglesia se está causando bastante "revuelo" por las diferentes posiciones declaradas sobre temas muy sensibles (comunión a personas que viven en adulterio según los criterios de la Iglesia,...)

Comentando ayer este tema con alguna de mis compañeras, pude comprobar la preocupación que existe sobre los resultados que puedan salir de este sínodo.

Me parece muy aclarativo este video del sacerdote Santiago Martín, sobre lo que es un sínodo y el valor que tiene para la Iglesia y para nosotros los fieles en particular.


jueves, 24 de septiembre de 2015

El inmovilismo (2ª parte)

 [Continuación del artículo inmediatamente anterior. Por favor, leer previamente. Pinchar aquí]

Pero aunque desconozcamos el origen de muchas de las creencias y desposiciones de la Iglesia, no por ello no están fundamentadas en las raíces profundas de la Tradición, transmitida por la Iglesia continuamente desde la antigüedad. Así podemos poner el ejemplo del Catecismo de la Iglesia Católica, compendio de todas las verdades de la Fe y guía para la vida santa del cristiano. Pues en ella podrás encontrar multitud de citas de las Sagradas Escrituras y de los Padres de la Iglesia, donde podrás corroborar que nuestas creencias están afirmadas sobre los pilares de la palabra de Dios y de las enseñanzas de los primeros cristianos. Así que si lo hacemos así, es porque así nos lo transmitieron los apóstoles y sus discípulos a través de la Iglesia hasta nuestros días.

Pero lo que más me ha llamado la atención es la aplicación del inmovilismo de la Iglesia (utilizando el criterio de autoridad de un teólogo), referida a la liturgia. Afirma que en liturgia llevamos un retraso de unos 1000 años (?!) Primero habría que saber respecto a que llevamos este retraso. Si hay un retraso, se nos debería decir la referencia que está por delante y hacía las que nos debemos dirigir.
Pero lo sorprendente es que diga esto sobre la liturgia. Porque si algo ha cambiado significativamente en la Iglesia en las últimas décadas ha sido la liturgia.
Aunque podamos pensar que nuestra misa se celebra así desde que el mismo Cristo la instauró en la última Cena, Juan María seguro que conoció en su infancia una misa bastante diferente a la que ahora celebra. No estamos hablando de hace mil años. Nuestros padres o nuestros abuelos conocieron el paso del misal de papa Juan XXIII al del papa Pablo VI , ésto fue hace menos de 50 años (en 1969) Los que vivieron esta cambio podrán corroborar que fue un cambio profundo tanto en las formas como en el contenido.
Podríamos citar alguno de los cambios más llamativos:
 De celebrar la misa en latín a celebrarla en la lengua vernácula propia de cada pueblo.
 Los altares pasaron de estar pegados a la pared, delante del sagrario, orientados al este, a colocarse en el centro del presbiterio.
 Como consecuencia de lo anterior, el sacerdote paso de celebrar mirando al este, a celebrar mirando al pueblo.
 Ahora tenemos las oraciones de los fieles o el saludo de la paz entre los participantes.
Esto es un par de ejemplos, pero hay muchos más cambios. Y todos estos cambios iban dirigidos, entre otras cosas, a que la liturgia fuese más compresibles para los fieles, para que fuese más fácil "participar" en ella.
Cuando dice que "seguimos usando textos que no dicen casi nada, y expresiones que no tienen nada que ver con la forma actual de expresarse", se está refiriendo a textos que no llegan a 50 años de vida, poco más de una generación.
Incluso yo mismo he conocido el cambio de la oración del Padrenuestro (la oración que el mismo Jesús nos enseñó, y la primera oración que aprendemos de pequeños, y recitamos todos los domingos en misa) En mi infancia yo pedía a Dios que perdonsase nuestras deudas, y ahora pido que Dios perdone nuestras ofensas. Cambio que supone un sentido más claro de lo que pedimos a Dios.

Por lo que tengo curiosidad por saber cuales son las expresiones en la liturgia que no nos dicen casi nada. Porque me da la sensación que el problema no está en las expresiones que se utilizan en la liturgia, si no que hemos perdido el significado y el sentido de las expresiones, de los gestos, de las acciones, de los elementos de la liturgia. Por eso las misas no nos dicen nada, porque no conocemos ni lo más esencial: que es la misa. Porque si supiesemos lo que es la misa, su significado y simbología, daría igual que fuese en latín y no entendieramos nada de lo que se dice, porque sabríamos lo que sucede en la misa, el acto más sagrado que pueda existir.

Sinceramente creo que se repiten tópicos y prejuicios sobre la Iglesia no que tienen mucho que ver con la realidad, y considero que tenemos que tener un espíritu crítico y también analítico sobre lo que es la Iglesia y su acción en sus 2000 años de historia.

viernes, 18 de septiembre de 2015

El inmovilismo (1ª parte)



"La Doctrina de la Fe, que Dios reveló, no está propuesta como un invento de la filosofía, que se pueda perfeccionar por el ingenio humano, sino como un depósito divino entregado a la esposa de Cristo, y ha de ser fielmente declarada. Por esto, los dogmas sagrados han de ser mantenidos para siempre en el sentido declarado una vez por la Santa Madre Iglesia y nunca hay que apartarse de ese sentido con el pretexto de hacerlos más inteligibles" Concilio Vaticano I



En la hoja parroquial nº 178 de la Comunidad Católica de lengua española de Colonia-Bonn (fecha del 06.09.2015) viene un artículo firmado por Juan María García Latorre, titulado "Para qué cambiar, ¡si siempre se hizo así! (pinchar aquí para leer el artículo completo) Me permito reproducir la primera parte del artículo (la segunda parte es una historia ficticia para intentar argumentar la primera parte):

"En la Iglesia hay una tendencia general a no mover mucho, a dejar las cosas como están y a no correr muchos riesgos. Si siempre se hizo así...¿para que cambiar? Este fenómeno se conoce como "inmovilismo" y, según el teólogo José María Castillo, si aplicamos esto a la liturgia, ésta lleva un retraso de unos mil años. Se quedo parada en un momento de la historia... y en ella seguimos usando textos que no dicen casi nada y expresiones que no tienen nada que ver con la forma actual de expresarse"

El primer enunciado creo que es correcto. La Iglesia tiende a hacer pocos cambios, a no correr riesgos,..Pero no es inmovilista. Hay una máxima que dice "la Iglesia siempre la misma, siempre reformada", lo que quiere decir que la Iglesia siempre se debe reformar para acercarse cada vez más al ideal de Cristo, a lo que Jesús quiere que seamos, y así eliminar los preceptos humanos que oscurecen la misión primordial de la Iglesia. Los creyentes somos humanos, y por tanto débiles y pecadores. Y muchas veces intentamos imponer nuestros intereses por encima de los intereses de Dios. Ejemplos de corrupciones de la obra de la Iglesia en la historial hay muchos:
El cesaropapismo, que es la involucración de la Iglesia en asuntos de los estados civiles, y al revés la intromisión de los poderes políticos en los asuntos de la Iglesia.
La compra de puestos en la jerarquía de la Iglesia.
La compra y venta de bulas papales, etc.
Todas ellas, desviaciones que han tenido que ser corregidas. Para ello, Dios se ha servido de multitud de hombres y mujeres santos, verdaderos reformadores (no confundir con los pseudorreformadores protestantes, dinamitadores de la Iglesia), para ayudar a volver a purificar la Iglesia.
Como no recordar en su V centenario a Santa Teresa de Jesús, reformadora de las carmelitas debido a su secularización.
O a San Francisco de Asís, que nos hizo volver a ver el carácter humilde y pobre de la Iglesia.
O San Ignacio de Loyola, que impulsó la evangelización y el apostolado por todo el mundo; reafirmando, en plena crisis protestante, la obediencia al papa con un cuarto voto en la orden de la Compañía de Jesús.

En resumen, la Iglesia se debe mantener firme ("inmovilista") en la doctrina y valores que Cristo nos transmitió ("Cielo y Tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" Mt 24, 35), y reformadora de todo aquello que oscurezca, falsifique y aleje de la Fe verdadera.

domingo, 9 de agosto de 2015

La Cuarta Copa

La cuarta copa es una teoría desarrollada por el profesor Scott Hahn sobre la íntima unión entre la cena de Pascua, que celebro Jesús con sus discípulos el jueves santo, y la muerte y resurreccion de Cristo. Lo que se conoce como triduo pascual (los tres dias que abarcan la obra salvadora de Dios).
Y el valor infinito que tiene cada misa, ya que en ella se vuelve a hacer presente delante de nosotros estos 3 dias donde se consuma la redención del hombre.

lunes, 25 de mayo de 2015

Un mismo Espíritu

Es hermoso pensar que el mismo Espíritu que recibimos en los sacramentos y cuando se lo pedimos a Dios, es el mismo Espíritu que envió Jesús a sus discípulos hace casi dos mil años, y que dió origen a la Iglesia.
Igual que ellos llenos del Espíritu Santo cambiaron el mundo, nosotros podemos ahora volver a cambiarlo.


domingo, 27 de julio de 2014

La devoción de las tres Avemarías



¿En qué consistes esta devocion?

En rezar tres veces el Avemaría a la Santísima Virgen, Madre de Dios y Señora nuestra, bien para honrarla o bien para alcanzar algún favor por su mediación.

¿Cuál es el fin de esta devoción?
 
Honrar los tres principales atributos de María Santísima, que son:
1.- El poder que le otorgó Dios Padre por ser su Hija predilecta.
2.- La sabiduría con que la adornó Dios Hijo, al elegirla como su Madre.
3.- La misericordia con que la llenó Dios Espíritu Santo, al escogerla por su Inmaculada Esposa.
De ahí viene que sean tres las Avemarías a rezar y no otro número diferente.

¿Cuál es la forma de rezar las tres Avemarías? 

“María Madre mía, líbrame de caer en pecado mortal.
1. Por el poder que te concedió el Padre Eterno
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

2. Por la sabiduría que te concedió el Hijo.
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

3. Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los
siglos de los siglos. Amén!”

¿Cuál es el origen de la devoción de las tres Avemarías?

Santa Matilde, religiosa benedictina, suplicó a la Santísima Virgen que la asistiera en la hora de la muerte. La Virgen María le dijo lo siguiente: “Sí que lo haré; pero quiero que por tu parte me reces diariamente tres Avemarías. La primera, pidiendo que así como Dios Padre me encumbró a un trono de gloria sin igual, haciéndome la más poderosa en el cielo y en la tierra, así también yo te asista en la tierra para fortificarte y apartar de ti toda potestad enemiga. Por la segunda Avemaría me pedirás que así como el Hijo de Dios me llenó de sabiduría, en tal extremo que tengo más conocimiento de la Santísima Trinidad que todos los Santos, así te asista yo en el trance de la muerte para llenar tu alma de las luces de la fe y de la verdadera sabiduría, para que no la oscurezcan las tinieblas del error e ignorancia. Por la tercera, pedirás que así como el Espíritu Santo me ha llenado de las dulzuras de su amor, y me ha hecho tan amable que después de Dios soy la más dulce y misericordiosa, así yo te asista en la muerte llenando tu alma de tal suavidad de amor divino, que toda pena y amargura de muerte se cambie para ti en delicias.”
Y esta promesa se extendió en beneficio de todos cuantos ponen en práctica ese rezo diario de las tres Avemarías.

¿Cuáles son las promesas de la Virgen a quienes rezasen diariamente las tres avemarías?

Nuestra Señora prometió a Santa Matilde y a otras almas piadosas que quien rezara diariamente tres avemarías, tendría su auxilio durante la vida y su especial asistencia a la hora de la muerte, presentándose en esa hora final con el brillo de una belleza tal que con sólo verla la consolaría y le transmitiría las alegrías del Cielo.
María renueva su promesa de protección:
Cuando Sor María Villani, religiosa dominica (siglo XVI), rezaba un día las tres Avemarías, oyó de labios de la Virgen estas estimulantes palabras:
“No sólo alcanzarás las gracias que me pides, sino que en la vida y en la muerte prometo ser especial protectora tuya y de cuantos como tú PRACTIQUEN ESTA DEVOCIÓN”
También dijo la Santísima Virgen: “La devoción de las tres Avemarías siempre me fue muy grata… No dejéis de rezarlas y de hacerlas rezar cuanto podáis. Cada día tendréis pruebas de su eficacia…”
Fue la misma Santísima Virgen la que dijo a Santa Gertrudis que “quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo”.
Refiriéndose a todo aquel que la haya invocado diariamente conmemorando el poder, la sabiduría y el amor que le fueron comunicados por la Augusta Trinidad, dijo María a Santa Gertrudis que, “a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales”.

¿Cuál es el fundamento de esta devoción?
La afirmación católica de que la Santísima Virgen poseyó, en el más alto grado posible a una criatura, los atributos de poder, sabiduría y misericordia.
Esto es lo que enseña la Iglesia al invocar a María como Virgen Poderosa, Madre de Misericordia y Trono de Sabiduría.

PARA REFORZAR ESTA DEVOCIÓN CONTAMOS UN BELLO TESTIMONIO DE FE 
En un país situado detrás del «telón de acero», en el que, en los primeros meses del año 1968, se recrudeció la persecución religiosa, uno de los Obispos allí radicados recibió una misiva comunicándole confidencialmente que se preparaba un atentado contra su vida, por lo cual debía huir sin pérdida de tiempo y ocultarse.
Obedeciendo la consigna recibida, el aludido señor Obispo salió de su residencia vestido de aldeano y huyó a campo traviesa, caminando durante todo un día, alcanzándole la noche, divisando una amplia vega.
Aprovechando la oscuridad, se aproximó a una casa que vio poco distante y pidió a sus habitantes le permitiesen descansar unas horas sentado en una silla.
Los ocupantes de la casa -un matrimonio con varios hijos pequeños- acogieron la petición de hospedaje del que consideraron labriego viajero, pero no sólo le ofrecieron silla, sino que le hicieron cenar con ellos y luego le acomodaron en una habitación con buena cama.
Durante la cena, como notase el huésped gran preocupación y visible tristeza en el matrimonio, no pudo silenciar su observación y preguntó el motivo de tal inquietud y congoja; informándosele entonces de que el anciano padre de uno de ellos no había podido sentarse a la mesa porque estaba enfermo de mucha gravedad desde hacía unos días, y aunque le insistían cariñosamente para que hiciera conveniente preparación para la muerte, por si el momento de ésta sobreviniera, él les contestaba que todavía no iba a morirse, y, por tanto, no se preparaba…
Hubo unos breves comentarios del caso, pero ninguno se atrevió a hacer mención del aspecto religioso del asunto.
Retirados a descansar todos y transcurrida la noche, se dispuso el visitante y huésped a proseguir su camino; y al despedirse y dar gracias a quienes con tanta amabilidad le habían tratado, preguntó si le permitían saludar al viejecito enfermo, para comprobar el estado actual de su dolencia, a lo que, gustosamente, se accedió y le acompañaron.
Una vez el labriego junto al anciano, y luego de una corta conversación afectuosa, éste último, adoptando un gesto y tono decidido, dijo: «Mire usted, yo sé que estoy muy malo y que ya no me restableceré; pero, también sé que por ahora no moriré».
Al oírle hablar tan seguro, todos sonrieron al enfermo. Y ante aquellas sonrisas, añadió éste: «Se ríen porque he dicho que tengo la seguridad de que no voy a morir por ahora… Pues bien; lo repito. ¿Y sabe usted por qué?… Mire, yo no sé quién es usted, ni cómo piensa, pero como en la situación en que estoy ya no temo a nadie, le voy a decir la verdad: Mi seguridad se apoya en que soy católico; los años de persecución religiosa no me han quitado la fe; y todos los días he rezado, y rezo, las Tres Avemarías, pidiéndole a la Virgen María que, a la hora de la muerte, esté asistido por un sacerdote que prepare mi alma para el tránsito, y usted comprenderá que habiéndole rogado tantas veces a la Santísima Virgen eso, la Virgen no consentirá que yo muera sin un sacerdote a mi lado; y como no lo tengo, por eso estoy tan seguro de que por ahora no me muero».
Emocionado el labriego por aquella declaración del ancianito, le tomó la mano y le dijo: «Esa gran fe que ha conservado, y esa súplica diaria a la Madre de Dios, rezándole las tres Avemarías, han atraído el favor del Cielo y ha sido la Providencia la que me dirigió hasta aquí… No es un sacerdote lo que la Virgen le manda, sino a su Obispo de usted… Porque yo soy el Obispo de esta Diócesis, que va hacia el exilio»
La impresión, y al propio tiempo el gozo, del anciano y sus hijos fue enorme. Tan grande, que no sabían cómo expresar su asombro y su reverencia…
Seguidamente, el señor Obispo realizó las confesiones, ofició la Santa Misa en la habitación del enfermo, y les dio a todos la comunión; dejando al viejecito espiritualmente dispuesto para emprender su postrer viaje con término en el Cielo…
Viaje que tuvo lugar dos días después de aquella Misa excepcional.”

Fuente: Heraldos del Evangelio

domingo, 20 de abril de 2014

Cristo vive, muéstralo a los demás

No me resisto a compartir con vosotros este artículo del sacerdote Santiago Martín. Comparto muchos datos biográficos con él, pero sobre todo su forma de pensar y ver a la Iglesia. Le considero una persona muy recomendable para seguir sus escritos y predicaciones.



“El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo a quien quería Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.” (Jn 20, 1-2)

         Muchos hombres de hoy hacen suyas las palabras de María Magdalena en la mañana de la Resurrección: “Se han llevado al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”. Tenían una fe en Dios sencilla, quizá poco trabajada intelectualmente, heredada de sus padres y sostenida por tradiciones y ambientes culturales propicios. Esta fe ha sido golpeada desde muchos frentes: los cambios en la Iglesia y en la sociedad, la emigración a núcleos urbanos donde la vivencia de la fe es muy anónima, el hostigamiento que recibe la Iglesia en los medios de comunicación. Eso les ha hecho entrar en crisis. Intuyen que debe existir algo parecido a Dios, pero no saben ni dónde está ni cómo es.

         Sin embargo, el Señor, Cristo, sigue estando ahí: vivo. Murió pero ha resucitado. Está esperando a ser encontrado por los que –como la Magdalena- han salido a buscarle. Por eso, nuestro deber es ayudar a los demás para que se pongan en esa búsqueda, para que no se dejen vencer por las críticas hacia la religión o por los cambios ambientales que, de estar a favor de la fe, han pasado a estar en contra. Cristo vive y nosotros, que lo sabemos y lo disfrutamos, tenemos que ser luz que dirijan a otros hacia Él, la Luz. Cristo está vivo y nosotros debemos convertirnos en testigos de ello mostrando en nuestra vida sus efectos: la alegría, la esperanza, el amor.

viernes, 18 de abril de 2014

Soneto a Cristo crucificado



No me mueve, mi Dios, para quererte 
el cielo que me tienes prometido, 
ni me mueve el infierno tan temido 
para dejar por eso de ofenderte. 

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte 
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido, 
muévenme tus afrentas y tu muerte. 

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, 
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera. 

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
 lo mismo que te quiero te quisiera. 

Anónimo del s. XVI

domingo, 29 de diciembre de 2013

Cuando se habla del aborto

Con motivo de la celebración del día de los Santos Inocentes les dejo este artículo del padre Morado sobre el aborto. Me gusta con la moderación que habla y el sentido común definitivo con el que argumenta, algo poco frecuente al tratar sobre el aborto, que lógicamente suele despertar nuestro lado más visceral.



"El hecho mismo de que el aborto provocado sea objeto de discusión es ya significativo. Unos y otros, partidarios y detractores, o partidarios y detractores según convenga (plazos, supuestos o demás “argucias”), solo por elevar el asunto a “cuestión disputada” hacen constar que el tema no es, en absoluto, tan obvio como algunos pretenden que sea. 

Si nos resultase obvio a todos que jamás se puede matar a un ser humano inocente, el aborto nunca sería legalizado ni despenalizado. Si resultase tan obvio que el embrión humano es meramente una cosa, un simple cúmulo de células o tejidos, tampoco tendría sentido señalar ningún plazo ni ningún supuesto. Se abortaría, sin más, hasta la víspera del nacimiento o hasta el mismo día un par de minutos antes del mismo. 

Claro que, si se puede abortar hasta la víspera, surge la duda de por qué no se puede, después del nacimiento, interrumpir la vida del ya nacido, bien sea basándose en plazos o en supuestos, o en lo que sea.

Nadie puede negar, pues, que se trata de un tema complicado. Y para resolver la complicación se convoca a expertos en ciencia, en derecho y en ética. Pero, de por sí, ser experto en algo no significa, sin más, ser una persona de gran talante moral. Uno puede ser experto y ser, a la vez, un indeseable. La condición de experto añade muy poco a la índole moral del experto. 

Digo esto no para despreciar el valor de las opiniones aparentemente bien fundadas, sino tras constatar que, en el fondo, los argumentos de los supuestamente “expertos” se exponen con la misma claridad, aunque con menos sutileza, por parte de cualquiera. No siempre por argumentar mejor se razona mejor. En absoluto.

¿Por qué se discute el aborto? A mi modo de ver, por un solo motivo: porque se trata de la eliminación deliberada de un ser humano. Si no se tratase de eso, la discusión sería puramente inútil, bizantina. Nadie, en su sano juicio, plantea un debate parlamentario sobre si es lícito o no usar un insecticida doméstico para librarse de los mosquitos. Matar no es algo que revista connotaciones positivas. Pero un mosquito es solo eso: un mosquito. No se trata de exterminar una especie, o diversas especies. No. Se trata solo de solucionar un problema: un mosquito, en casa, resulta molesto. Se le quita de en medio y punto. Sin más drama.

Pero un embrión humano, un feto humano, un ser no solo vivo, sino humano, no es un mosquito. Y aquí comienzan los problemas. Ante quien contra-argumente diciendo: “ser vivo sí, pero humano, no”, yo preguntaría: ¿si no es humano, qué es? ¿Acaso un animal, acaso una planta?
Claro que, bien visto, un tumor que padece una persona humana también es “humano”, en el sentido de que está compuesto por células humanas. Pero, ¿puede decirse sensatamente que un embrión es un tumor? Yo creo que no. Un tumor no es el inicio, el primer tramo, de una vida humana independiente, sino una anomalía más o menos amenazante. No. Un embrión humano no es un tumor.

Cuando una mujer está embarazada no dice: “Llevo dentro un tumor”, sino que dice: “Estoy esperando a un niño”. Podrá esperarlo con más ilusión o con menos, pero que espera un niño lo sabe ella y los sabemos todos. Máxime desde que el álbum familiar comienza no con las fotos del recién nacido, sino con las ecografías del mismo.

Negar la condición de ser humano a un embrión humano es semejante a entrar en el terreno de la magia: ¿Por arte de qué extraño sortilegio lo que era solo “cosa” pasa a ser “persona”? ¿Cuándo? ¿Cuando tiene tantos meses, cuando ha nacido, cuando ha aprendido a hablar, cuando es ya, definitivamente, autoconsciente, responsable y libre? ¿Quién puede decir “ahora sí” y “antes no”? Es más, bastaría la mínima duda, en caso de que fuese posible, para abstenerse de hacer nada que directamente pudiese perjudicarlo. Todo el proceso embrionario es un continuo en el que las delimitaciones son arriesgadas y arbitrarias.

¿Qué diferencia hay, por ejemplo, entre un embrión ya avanzado y un niño nacido por un parto prematuro? ¿Cómo se puede entender que, quizá en el mismo hospital, se mate a uno y se proteja al otro? 

No basta decir que siempre ha habido aborto. También siempre han existido miles de atentados contra los seres humanos. Pero que algo exista no lo convierte, así sin más, en algo que deba ser respaldado por las leyes del Estado.

Ni significa gran cosa señalar que muchos embriones, en sus primeros días, se mueran. Morir nos morimos todos, con un día de existencia, con un año, con cincuenta o con noventa. Una cosa es que nos muramos y otra que nos maten.

No es suficiente, tampoco, aludir a una praxis social. Que en casi toda Europa se tolera el aborto… Bueno, eso no es un argumento. También se toleró, en su día, la esclavitud. Y no por eso la tolerancia de la esclavitud es moralmente universalizable.

Los seres humanos, desde el primer día, tienen el derecho a ser tratados como personas y nosotros tenemos la obligación correspondiente de tratarlos como tales. No nos hace mejores, sino peores, aplicar la ley del más fuerte. Lo que nos humaniza, a quienes tenemos voz y voto, es acoger y proteger a los más débiles: los aún no nacidos, los niños, los enfermos, las personas con discapacidades o los ancianos. 

Cuando hablamos de aborto no solo hablamos de aborto. Hablamos de nuestra responsabilidad moral. Hablamos de esa tenue frontera que separa a los bárbaros, aunque refinados, de los seres auténticamente civilizados."

Guillermo Juan Morado.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Entrevista a nuestro obispo Joaquín Meisner

El pasado día 24 se realizó una entrevista en la Deutschlandfunk en Colonia al cardenal Meisner. Me parece interesante sobre todo porque hace referencia a su ultima reunión con el papa Francisco y puede aclararnos algo sobre la posición de ambos en el tema de moda en la Iglesia en Alemania; la comunión a los divorciados vueltos a casar.




El enlace a la entrevista original (en alemán) es éste:

http://www.deutschlandfunk.de/katholische-kirche-meisner-bestreitet-reformbedarf.694.de.html?dram:article_id=272951

La traducción la he recogido del portal de internet Infocatolica.

Jürgen Liminski: Parece que es un juego muy popular para la gente de los medios: sacudirle a la Iglesia. Los obispos en realidad lo podrían sobrellevar con tranquilidad, pero algunas encuestas les deben dar que pensar, por ejemplo la de Allensbach, según la cual dos tercios de los católicos están a favor de que a los divorciados se les permita casarse por la iglesia de nuevo. Y para hablar sobre éste y otros temas , doy la bienvenida al arzobispo de Colonia, cardenal Joachim Meisner. Buenos días, eminencia.

Cardenal Joachim Meisner : ¡Buenos días!

Su Eminencia, Navidad, ¿Qué es lo que va a predicar usted esta noche?

Esa es una buena pregunta. El tema del sermón de Navidad realmente no se puede elegir. El contenido de la fiesta de Navidad es tan abrumador, que el Dios eterno se ha convertido en uno de nosotros, un hombre, que no se puede predicar sobre nada más. Esto también alegra a la gente en última instancia, y también nos da una perspectiva real para el presente y el futuro de nuestra vida.

Este Dios nace en una familia. Los temas familia y matrimonio son actuales, el debate sobre la divorciados vueltos a casar parece dividir a la Iglesia en Alemania. ¿Cuál es su posición?

Querido señor Liminski, en todo momento, la Iglesia, especialmente los obispos junto con el Papa tiene el encargo de ejemplificar ante los hombres la obediencia a la Palabra de Dios. Los Obispos también comparten con el Papa el Magisterio. Pero siempre cum Petro et sub Petro, es decir, por debajo de Pedro y con Pedro. Así que cualquier disenso entre la enseñanza del Papa y el obispo es teóricamente inconcebible. Déjeme añadir algo más: Desde tiempos inmemoriales la Iglesia está convencida de que la unidad de Cristo con su Iglesia, que es su cuerpo, es normativa también para el matrimonio. Y el apóstol Pablo lo dice explícitamente: «El matrimonio es un misterio profundo. Yo lo refiero a Cristo y la Iglesia». Y Cristo dice entonces, lógicamente, que lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre. A esto no hay realmente nada más que añadir. Puede usted pensar tal vez que esto se lo lanzo como un disparo. Es que todos los días me veo confrontado con estas cuestiones y por eso su pregunta no era nueva para mí.

Esta no es la misma posición, idéntica, que la de su colega Zollitsch. Él llama a una mayor integración en la vida comunitaria, también una integración de las personas divorciadas. Y cree que en Roma también habría diferentes opiniones sobre esto. Así que la de la CDF, por tanto, no contaría más que las otras. ¿Entonces, qué es lo que tiene validez?

Sr. Liminski, escuche por una vez a un viejo obispo. En mi última visita al Papa Francisco pude hablar muy francamente con el Santo Padre sobre todos los temas. Y también le dije que cuando habla en forma de entrevistas y breves discursos se quedan algunas preguntas abiertas, que para los no iniciados deberían en realidad precisarse más. El Papa me miró fijamente y me dijo que le mencionara un ejemplo.
Y mi respuesta fue entonces que a su regreso de Río a Roma, mientras viajaba en el avión, se le mencionó el problema de los divorciados vueltos a casar. Entonces el Papa simplemente me respondió: «los divorciados pueden comulgar, pero no así los divorciados vueltos a casar. En la Iglesia Ortodoxa se pueden casar dos veces». Hasta ahí su declaración.
Luego habló de la misericordia que, sin embargo, a mi modo de ver, y así se lo dije, en este país siempre se interpreta como un sustituto de todas las posibles faltas del hombre. Y el Papa me respondió muy enérgico que era un hijo de la Iglesia Católica, y que él no dice otra cosa que lo que la Iglesia enseña. Y la misericordia debe ser idéntica a la verdad, de lo contrario no merece el nombre de la misericordia.
Y, por lo demás, él me dijo expresamente que cuando ciertas cuestiones teológicas se mantienen abiertas, entonces la importante Congregación para la Doctrina de la Fe está ahí, para aclarar y formular detalladamente. También debe pensar que antes del Concilio el propio Papa era el presidente de esta congregación, y ella es, en el orden curial, la que está en el primer puesto, ahora lo mismo que antes. No se puede hablar del Prefecto como si fuera un ciudadano particular, sólo porque él anteriormente fuera miembro de la Conferencia Episcopal (alemana).

Ahora el Papa ha iniciado una encuesta de opinión acerca de la familia y el matrimonio y la moral sexual de cara al Sínodo del próximo otoño. Y para Colonia ya hay resultados. Así se observa que en la población se van las cosas de modo diferente que en Roma. ¿No debería, debe, adaptarse la iglesia?

También dije con anterioridad que la Iglesia tiene que adaptarse a la Palabra de Dios y no a la opinión de la gente. Debemos, como Iglesia, conocer la opinión de la gente, para después proclamar la Palabra de Dios en función de esto. Pero adaptarse al modo que usted pregunta no es una categoría del Evangelio. Es sorprendente que, por ejemplo, la Iglesia Evangélica Luterana, con su documento de toma de posición sobre la temática de la sexualidad, se haya alineado totalmente con el llamado espíritu de los tiempos en los asuntos de la sexualidad. Y, ¿cómo se ve en la situación de la Iglesia Evangélica Luterana? He oído decir que los números de abandono de la iglesia luterana son ahí aún más altos que los nuestros. De manera que, en última instancia, este éxodo no puede deberse a la cuestión de la sexualidad.

El ZdK (comité central de los católicos alemanes) lo ve un poco diferente. El Presidente Glück aboga por adaptarse e integrar plenamente a los divorciados vueltos a casar, es decir, admitirles también a la Eucaristía. El ZdK quiere casarse con el espíritu de los tiempos, se podría decir. Ahí desertan unidades enteras de los ejércitos cristianos. ¿No tiene miedo del aislamiento?

Bueno, no conozco el miedo al aislamiento. En la escuela primaria, en Turingia, yo era el único chico católico. Y siempre estaba en medio y no me dejaba aislar. La misión del ZdK es hacer visible y efectivo el Evangelio en las dimensiones de lo secular, es decir, en el mundo. Y aquí, este gremio debe dejarse hacer realmente en serio la pregunta: ¿Se han mantenido fieles a su misión y la vocación?
¿Y formula usted, en este contexto, la pregunta de si yo he de temer un cierto aislamiento? Lo que yo tengo es auténtica preocupación por las personas que deforman a conveniencia su propia fe en lugar de aceptarla respetuosamente como el mismo Cristo nos la ha confiado. Esto no trae ninguna solución. En el siglo IV, a raíz de la herejía de los arrianos, se decía que de la noche a la mañana, la Iglesia se había vuelto arriana. Pero eso no quedó así. Se convirtió en católica de nuevo. Y por eso, por hostiles que sean los números, no me asustan. Debo decir que simplemente debemos preguntarnos lo que Dios quiere.
Y la Iglesia sabe desde hace 2.000 años que lo que Dios ha unido el hombre no lo puede separar. Otra cuestión diferente es la de si todos los matrimonios son realmente válidos. Si debería haber criterios nuevos que permitieran dictaminar si un matrimonio no ha tenido lugar realmente y no es válido. Pero esa es otra cuestión. Ahí no se trata de la admisión de los divorciados vueltos a casar a la Santa Comunión.

Su Eminencia, mañana cumple 80 años. ¿Presentará su renuncia al Papa o pedirá que deje que se jubile? La cuestión de la sucesión está abierta, y yo ni siquiera querría abrir este barril, a menos que tenga una preferencia que desee decirnos. Pero mirando hacia atrás, hacia los 25 años de Colonia se puede preguntar, ¿qué le ha impresionado más durante estos años de su tiempo obispado?

Voy a enfrentarme permanentemente con esas preguntas. Pero para empezar, todo lo referente a mi sucesor como arzobispo de Colonia lo llevo a mi oración personal diaria. Pero con la gente, incluso con mis colaboradores más cercanos, no hablo de ello. Así que comprenderá que, por supuesto, no voy a charlar de ello con usted, siendo periodista de Deutschlandfunk.
Pero lo que más me ha impresionado en estos 25 años de mi servicio como Arzobispo de Colonia es, con diferencia, la lealtad y fortaleza de la fe de nuestros sacerdotes que están dispuestos, en situaciones difíciles, a tomar sobre sí un nuevo concepto de la cura de almas, motivado por la escasez de vocaciones, y están recorriendo en esto un territorio inexplorado. Lo que me conmueve positivamente una y otra vez en nuestros sacerdotes, diáconos y miembros del personal que tiene a cargo el cuidado de las almas, es la fuerza de su fe y la alegría en la fe, a pesar de las permanentes noticias negativas de los medios, o como se han hecho escuchar aquí también, en su entrevista. Que no se resignen interiormente, eso es un milagro.

¿Tiene usted un deseo para la Navidad y el futuro?

Sí, de hecho varios deseos, pero mi deseo principal para la Navidad y el futuro es que el gozo de Dios –que es nuestra fuerza, como el Santo Padre subrayó en su carta apostólica–, que el gozo de Dios nos ayude de manera efectiva a la remodelación del mundo. Y esa es la única fuerza que bastará para que la Iglesia cumpla su misión, aunque contemos con menos impuestos eclesiásticos, o lo que sea. Y no sólo a duras penas, sino incluso también con un poco de pompa y circunstancia.

Este ha sido el cardenal Joachim Meissner, arzobispo de Colonia , aquí en la Navidad de Alemania radio. Muchas gracias por la entrevista , Sr. Cardenal.

Muy bien. Les deseo lo mejor y que celebren una feliz Navidad.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Un pequeño y pobre homenaje al padre Jorge Loring

Hoy, día de navidad, ha muerto el padre Jorge Loring, para mi uno de los mejores predicadores de nuestro tiempo. En esta época donde en la Iglesia se habla de emprender una nueva evangelización, el padre Loring es un buen ejemplo de lo que es la difusión y defensa de la fe. La cantidad de conferencias, seminarios, videos y libros, su incansable labor divulgadora le ha convertido en un verdadero nuevo apostol de las gentes.

Ha muerto a la edad de 92 años. Les dejo un video de una de sus conferencias, sobre la sabana santa, en ella tenía 90 años, para que vean que lucidez, vitalidad, elocuencia y sabiduría la de este hombre y a esa edad. Increíble. Como dice el dicho popular, "genio y figura hasta la sepultura"





Pido una oración por su alma, para que este ya en el cielo y pueda interceder por nosotros. Se lo merece sobre todo una persona que tanto se preocupo por la salvacion de las almas de los difuntos.
Descanse en paz.

martes, 15 de octubre de 2013

¡Dad gracias al Señor,...!


El evangelio de este domingo pasado (Lc 17, 1-19), nos ha venido a recordar el valor inmenso del agradecimiento. Recordándolo muy brevemente: 10 leprosos acuden a Jesús para que, conociendo su fama de sanador, tuviese misericordia de ellos y los curase de su terrible enfermedad. Jesús tiene compasión de ellos y al despedirlos quedan limpios. Al darse cuenta que estan sanados, tan sólo uno de ellos, precisamente el samaritano, el considerado extranjero y hereje, vuelve para darle las gracias a Jesús. Y ante este gesto de justicia, reconocimiento y fidelidad,...de amor, Jesús le dice: "Levántate, vete: tu fe te ha salvado". En ese momento se realiza el segundo milagro, el gran milagro. Los otros 9 quedaron curados de su enfermedad corporal, curación temporal ya que volverían a enfermar o la fragilidad corporal los llevaría a la muerte, como todos los humanos. Pero la gratitud del samaritano le permitió alcanzar la salvación, es decir la vida eterna. Cristo le concedió la sanación del alma, la limpieza del pecado.

Sobre el valor de la gratitud, en la misa se produce un dialogo precioso entre el sacerdote y el pueblo cristiano, que es aclarador y definitivo. En un momento el sacerdote levanta los brazos y se dirige a nosotros diciendo:
"-levantemos el corazón"
Y todos respondemos:
"-lo tenemos levantado hacia el Señor"

-"Demos gracias al Señor"
-"Es justo y necesario"
-"En verdad es justo y necesario. Es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar"

Lo que declaramos es sumamente definitorio: dar gracias a Dios, no es que sea algo opcional, si no que es un deber, y no sólo de forma puntual cuando nos sentimos tocados por Dios, si no siempre y en todo lugar. Porque de ello depende nuestra salvación.

La gran objeción podría ser ¿por qué debemos dar siempre gracias a Dios, cuando la suerte nos es adversa, cuando parece que Dios no nos escucha, que todo nos sale mal?
Si te haces estas preguntas es que no te has dado cuenta de todo lo que te ha dado Dios, cosas esenciales pero no vistosas (así suele trabajar Dios), como es la vida que te se ha sido concedida gratuitamente sin que tú hicieses nada, el hecho de ser cristiano, de poder disfrutar del conocimiento de la amistad y el amor de Dios es porque el mismo Jesús, al igual que a los apóstoles, te ha llamado personalmente. Si te pones a pensar todo es gracia, todo proviene de Dios.

Os dejo dos vídeos para reflexionar sobre el valor de lo que tenemos y la gratitud.

El primero es un extracto de un texto de Facundo Cabral.




El segundo es sobre una joven (Lizzi Velasques) que sufre un extraño síndrome que la impide engordar y tiene un aspecto calavérico. Parecería que tendría motivos más que suficientes para quejarse ante Dios. Pero todo lo contrario, dá las gracias publicamente por todo lo bueno que Dios le ha dado, sobre todo creo yo es el espíritu de lucha y superación.

Ésta es la transcripción al español de su testimonio, ya que el video está en inglés sin subtítulos:

"Estaba en casa, sentada ante el ordenador oyendo música en Youtube, y me di cuenta de que en la parte de la derecha, en los relacionados, había una foto que me resultó muy, muy familiar. Así que hice clic, sin saber que haciendo ese clic mi vida iba a cambiar completamente. Lo primero que vi fue mi imagen de cuando yo tenía once años, y el título de este vídeo era La mujer más fea."

"¡Imaginen lo que es estar oyendo música tranquilamente y de repente encontrarse con tu propia foto y verte catalogada como la mujer más fea del mundo! Piensen cómo te puede hacer sentir eso. Imaginen luego que, después de ver ese terrible, terrible vídeo, ves que cuatro millones de personas lo ha visto. ¡Cuatro millones! Me sentí como si alguien me hubiese puesto ante la pantalla y me golpease una y otra vez, una y otra vez."

"Seguí bajando por la pantalla y vi que había miles y miles y miles de comentarios. Me puse a leerlos uno tras otro. Y ¡ninguno! era positivo. ¡Ninguno! Estos comentarios me decían que le hiciese al mundo el favor de cortarme la cabeza, que saliese de casa con una bolsa en la cabeza porque si no la gente que viese mi casa se volvería ciega, otros me daban consejos sobre cómo suicidarme...".

"Yo estaba en el instituto cuando vi esto. El vídeo me representaba cuando yo tenía once años, y eso se decía en el vídeo. Y yo no podía comprender cómo alguien, fuese cual fuese su edad, podía hacer esto, decir cosas tan, tan terribles, sin saber si alguna vez esa persona las iba a ver. Lloré hasta dejarme los ojos leyendo esos comentarios."

"Mis lágrimas se transformaron después en rabia. Me lavé la cara, me puse ante el teclado, y quería responder a todos y cada uno de los mensajes. No sabía qué iba a decirles, pero quería hacerles sentir mal, hacerles sentir mal por poner mi rostro en la pantalla y decir todas esas cosas horribles de alguien a quien ni siquiera conocían".

"Pero luego me detuve y me di cuenta de que eso no valía para nada. ¿Qué ganaba con ponerme a su nivel? ¡Nada! Era empezar una batalla inacabable para no ganar nada. Así que no lo hice, y pasé un tiempo muy duro. Un tiempo muy duro, no les voy a mentir. Pero una tenue voz en mi cabeza, que yo sé que era Dios, me dijo: Déjalo pasar. Y es lo que hice. Fue muy duro para mí, muy difícil. Se lo dije a mis padres, que estaban en el jardín, y me dijeron: Sigue siendo tú misma. Y es lo que hice."

"Seguí yendo al instituto, donde todo era maravilloso a pesar de este vídeo. Me gustaba encontrarme con la gente, me gustaba empezar cada día. Mi relación con Dios era mejor que nunca".

"Dios, Tú me hiciste la mujer que soy por una razón. Tú me diste todas las luchas durante mi crecimiento para hacerme más fuerte. Tú me hiciste parecer diferente para que yo pueda ver una belleza que no es la que definen los medios de comunicación. Dios está actuando a través de mí para ayudarme a decirles algo".

"Pero la única forma que tengo para cumplirlo, para continuar con ello el resto de mi vida, es mi fe, mi familia y mis amigos. La fe es lo primero en mi vida. Cuando pienso que Dios me dio el síndrome, antes lo veía como un cartel que decía Maldición, ahora veo lo que Dios me dio como un cartel sonriente y brillante que pone Bendición. Y siempre lo veré como una bendición."

"Todos los porqués que me he preguntado, todos los "por qué yo", "por qué me hiciste esto a mí", tienen una respuesta. Y he aprendido a dejar de preguntarme por qué. Porque sé que Dios hace todo absolutamente todo por una razón, y tienes que rendirte y aceptarlo porque es Su voluntad, lo veas o no lo veas. ¡A veces te sorprendes tanto y dices: Gracias, Dios!"

"Cada vez que hago algo, lo hago entusiasmada, porque sé que Dios va a estar ahí para ayudarme, para levantarme cuando me caiga y para elevarme aún más alto. Y les voy a decir ahora, que si dejan de preguntarse por qué, y empiezan a decir "¡Gracias, Dios!", obtendrán todas las respuestas."

"Gracias por acogerme, por escuchar mi mensaje, y espero, espero de verdad, que sepan que Dios les puso aquí por una razón y quiere que compartan esa razón, sea cual sea".



P.S.: Agradecer a Ximena por darme a conocer el texto de Facundo Cabral. El segundo video está tomado del portal de internet "religion en libertad"

jueves, 10 de octubre de 2013

El Perdón: el gran regalo del Amor

Dos videos con una conferencia del padre Juan Jaime Escobar sobre el perdón.
Es un poco larga, pero esta dividida en dos partes, que se pueden ver una un día, y la otra al día siguiente, pero merece mucha la pena. Tiene un mensaje muy potente, muy completa e instructiva.
Quizás peque de un exceso de teatralidad, que la hace divertida, pero a la vez parece que quita importancia o valor a lo que esta transmitiendo.
También indicar una incorrección que puede producir una falsa idea sobre Dios en el oyente, y es que en un momento de la conferencia dice, y repite, que Dios no es justo. Esto no es realmente así, la justicia es buena, y por lo tanto Dios es justo, no injusto, lo que ocurre es que en Dios el amor está por encima de la justicia.
Aún así es muy recomendable dedicarle un tiempo para escucharla detenidamente y reflexionar sobre ello.


 


 

Acabo con una pequeña historia, que leí hace unos días en la red, sobre santa Faustina Kowalska (divulgadora de la devoción a la divina Misericordia por mandato expreso de Jesús), donde se deja ver la clase de perdón que Dios nos da, y que quiere que nosotros también demos a nuestros hermanos.

Llevaba Santa Faustina unos días algo inquieta por unas visiones que tenía. Dudando de si eran de Dios o, al contrario, eran provocadas por el demonio para confundirla, lo habló con su confesor. Éste, que era una persona muy espiritual como después se demostró, le dijo: “La próxima vez que veas la visión pregúntale cuál fue el último pecado que te perdonó Dios”.

Así lo hizo Santa Faustina y en la próxima ocasión que tuvo dijo a la visión: “¿Cuál es el último pecado que me perdonó Dios?” Y la visión respondió: “No me acuerdo”.
Volvió la Santa al confesor y le contó la respuesta recibida, a lo que este dijo: “Verdaderamente es Dios a quién ves”.


P.S.: Gracias a Elisabeth por enviarme estos videos.