sábado, 13 de noviembre de 2010

Hoja parroquial del 14.11.2010


XXXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO C:

14/11/2010 - Nr.155


“Tendréis ocasión de dar testimonio”

Los tres evangelios sinópticos concluyen el relato del ministerio público de Jesús con un discurso escatológico sobre el fin del mundo, a propósito de una profecía sobre la destrucción de Jerusalén y su templo. Jesús y sus discípulos observan admirados el templo. Lucas no vincula la ruina del templo con el fin del mundo y la aparición del Hijo del hombre. Jesús predice la ruina del templo a quienes se extasían en su belleza y magnificencia. Habrá un nuevo templo del Espíritu, que es Cristo resucitado.

Ante la llegada de ciertas catástrofes, Lucas previene a los cristianos frente a determinadas ideas apocalípticas auspiciadas por auténticos impostores: los que suplantan al Mesías y dicen endiosadamente: «yo soy» (afirmación propia de Dios), o los que pregonan que «el momento está cerca» y provocan fiebres pasajeras (no son capaces de discernir los signos de los tiempos, porque no tienen Espíritu ni juicio crítico). Evidentemente, en el mundo se producen constantemente terremotos, epidemias, guerras y hambrunas; pero todas estas cosas no son signos de la llegada del Mesías, sino hechos históricos que manifiestan las fisuras del sistema social. El viejo mundo se deteriora y se destruye sin la justicia del reino.

Los cristianos situados en el mundo son perseguidos, difamados o marginados, porque creen en el Evangelio, que trastoca todos los valores, descartan los pseudovalores y esperan el reinado de Dios en plenitud manifestando una actitud crítica frente a los sistemas imperantes. Lo profundamente nuevo del reino rebasa nuestras fuerzas y capacidades. El evangelio de hoy invita a los creyentes a «dar testimonio», a hacer suya la «palabra y sabiduría» de Jesús y a tener confianza en Dios y constancia en el trabajo y la mission

P. Oscar Gil, c.s.

Los colores de los amigos

Los amigos son «colores», cada cual con su matíz y una forma de ser siempre muy distinta.

-Existe el Amigo “color verde”: es aquél que en todo resalta la belleza de la vida y pone esperanza en ella. ¡Él nos levanta!

-Existe el Amigo «color azul»: él siempre trae palabras de paz y de serenidad, dándonos la impresión al oirle, de que estamos en contacto directo con el cielo o con el profundo azul del mar: ¡Él nos eleva!

-Existe el Amigo «color amarillo»: así como el sol ; nos hace reir, sonreir y ver el amarillento brillo de las estrellas bien al alcance de nuestras manos: ¡Él nos cobija!

-Existe el Amigo «color rojo»: es aquél que domina las reglas del vivir, es como nuestra san-gre. Él acusa los peligros, más núnca nos disminuye el coraje: ¡Es pródigo en palabras apasionadas y repletas de caluroso amor!

-Existe el Amigo «color naranja»: ¡Él nos trae la sensación de vigor y salud! Enriquece nuestro espiritu con energías que son verdaderas vitaminas para nuestro crecimiento.

-Existe el Amigo «color gris»: èl nos enseña el silencio, la internalización y el auto-conocimiento. ¡Nos ayuda a profundizar en nosotros mismos!

- Existe el Amigo «color violeta»: él nos trae toda nuestra esencia majestuosa, como la de los reyes y los magos : ¡Sus palabras tienen nobleza, autoridad y sabiduría!

-Existe el Amigo «color negro» : él es hábil en mostrar nuestro lado más oscuro, con palabras generalmente duras. Nos habla sin «amnesia» pero con buenas intenciones. ¡Nos lleva a considerar mejor nuestras actitudes frente a la vida!

-Y existe el Amigo «color blanco»: él nos revela verdades nacidas de las vivencias y de la incorporación de conocimientos: ¡Él nos prueba que, no sólo él, sino también todos los otros, tienen verdades aprendidas para compartir con nosotros!

¡Si reunimos a todos los amigos en un encuentro, veremos un arco iris de Amor!

Juan J. Porres

Textos Bíblicos

SEGUNDA LECTURA
2ª. carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 7-12

Hermanos:

Ya sabéis cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entrevosotros sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie. No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos daros un ejemplo que imitar. Cuando vivimos con vosotros os lo mandamos: El que no trabaja, que no coma. Porque nos hemos enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada. Pues a esos les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan.

EVANGELIO
Lucas 21, 5-19

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: -Esto que comtempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido. Ellos le preguntaron: -Maestro, ¿Cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder? Él contestó:- «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.» Luego les dijo: - «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.»

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