jueves, 15 de abril de 2010

Taller de oración IV. El ejemplo de Elizabeth

Nuestra compañera Elizabeth nos envió el domingo de Pascua este texto que ella utiliza. Todo aquel que la conozca sabe que es una persona muy espiritual y con una gran percepción del mundo interior de las personas. Por ello creo que nos puede ser muy interesante esta aportación suya.

AHORA QUIERO compartir con ustedes unas de mis MEDITACIONES: Primeramente tienen que encender una vela, y ponerse en posicion de relajacion, y la mejor forma se obtiene con una respiracion muy lenta.


Y cuando lo hayan logrado se comienza a MEDITAR

El silencio es como el sol: siempre esta brillando. Hace que demos lo mejor de nosotros... cuando pasamos tiempo de comunión callada con Dios manifestamos lo sagrado que está en cada uno de nosotros. Como la luz del sol que alimenta las semillas y las plantas en nuestro mundo el silencio de la Oración nos ayuda a alimentar las semillas de posibilidades que son parte de nuestra naturaleza humana. Estos momentos en que nos unimos para sentir la quietud de la oracion es un tiempo valioso.

Estamos aquí para compartir unos con otros y con personas alrededor del mundo al orar y cosechar semillas de paz, luz, vida y amor.

La paz llena mi vida al centrarme en el amor de Dios. En estos momentos callados, descanso en el amor de Dios y siembro semillas de paz. Al descansar en cuerpo, mente y espíritu, permito que la luz del amor de Dios me invada e infunda todo mi ser con un espíritu dulce de paz.

Dejo ir cualquier sentimiento de incomodidad sabiendo que la presencia de Dios me envuelve. Todo mi ser se abre al amor de Dios, y consciente de este amor, siento fortaleza y serenidad en lo mas profundo de mi alma. Momento a momento un nuevo valor y una nueva confianza crecen en mí. La luz del sol del amor de Dios ilumina mi aspecto y me llena con una Fe creciente de que todo está bien, que Dios cuida de mí en todo sentido. Seguro en el amor de Dios, descanso ahora, en el silencio.

La presencia de Dios guía mis pensamientos y acciones. Con mi atencion centrada en la presencia del amor divino, abro mi corazon y mente a la luz de DIOS. Así como la luz del sol despierta nueva comprensión en mí. Las semillas de Fe que siembro ahora abren el camino para que las ideas divinas fluyan hacia mí. Al cultivar estas ideas, sé que ellas me ayudaran a tomar decisiones sabias y a llevar a cabo la acción correcta. La LUZ DE DIOS en mí me libra la indecisión y me revela el camino correcto a seguir. Sabiendo que esta Luz es mi guía verdadera, tengo el valor de actuar según la guía que recibo. Confiando en que la luz divina me muestre el camino en toda circunstancia, aquieto mis pensamientos al descansar en la Luz de la Oración. Y escuchar en el silencio.

La vida renovadora de Dios es la esencia pura de mi ser. Irradio salud. La luz de Dios despierta semillas de mi vida en cada célula de mi ser. En este momento callado, reconozco esta vida y doy gracias por la obra poderosa que se esta llevando a cabo en mí. Inmerso en la vida de Dios, me dedico plenamente a expresar la vitalidad y la energía que mantienen la fortaleza de mi cuerpo, mente y espíritu. Con cada respiracion, me lleno de energía y vitalidad nuevas.

Descanso ahora en la vida sanadora de Dios, en el silencio.

Dios es mi fuente y mi provisión. Doy gracias por mi bien. El amor todo proveedor de Dios es una fuente abundante de provision. Me anima a medida que cosecho frutos de paz y abro mi corazón y mente a ideas de prosperidad. Recibo con beneplácito las nuevas oportunidades de experimentar la riqueza de Dios, y tengo receptividad a las maneras creativas para utilizar mi prosperidad para bendecir mi vida y las vidas de los demás. LA ABUNDANCIA ILIMITADA ESTÁ DISPONIBLE para mí. Doy gracias por la riqueza de la naturaleza, las sonrisas felices, las relaciones personales, todo gozo que la vida sea significativa y tenga un propósito. Con un corazón agradecido anticipo satisfacción completa, al regresar al silencio...

"Al salir del silencio, cuenta tus bendiciones y da gracias por ellas ". Al finalizar nuestro tiempo de Oración contemos como nuestras bendiciones las semillas de paz, luz, vida y amor que siempre están en nosotros. Al cultivarlas y alimentarlas, expresamos nuestra naturaleza verdadera y cumplimos nuestro propósito divino de la vida. Regresemos nuestra atención al momento presente, dando gracias a Dios por alimentar y cuidar a cada uno de nosotros.

Con corazones agradecidos, oremos juntos la

ORACION DE PROTECCION

La luz de Dios me rodea; el amor de Dios me envuelve; el poder de Dios me protege; la presencia de Dios vela por mí.

Donde quiera que estoy, ¡está Dios!

Que el amor, la paz, la vida, la luz, la presencia y la Provision Divinas se manifiesten en cada uno de nosotros, todos los dias.

[Muchas gracias Ely]

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